martes, 12 de mayo de 2009

Ahí.
Ahí donde se encuentra el límite entre realidad y fantasía.
Ahí estoy yo. La verdad es que no quería asumirlo, pero luego de bastante pensarlo me he dado por vencida.
Soy una fantasista.
Si hay algo que me encanta, es pensar en el mañana. Pero soy TAN optimista, siempre pienso que todo saldrá bien, pero nunca resulta así. No es que las cosas salgan mal, per tampoco salen como las planeo, me encanta fantasear. Es prácticamente un hobby.
Cierto es que podría pasar horas pensando en cosas que quizás no pasarán jamás. Pero me gusta. Me saca un poco de mi mundo, me relaja, me calma y también me colma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todos vivimos en una fantasia (: