jueves, 29 de enero de 2009


Se perdió. Se perdió en ese bosque lleno de ideas.
Las ramas desgarraron la ilusión y todo se fue a negro.
También me perdí yo, caminando en círculos sobre mis propios pensamientos desordenados... en la nada, ¿quién dice que no hay nada?
Ahí se fueron la incredulidad y la inocencia.

Las memorias idas volvieron a donde pertenecían, pero eran diferentes, todo había tomado un color diferente, un sabor diferente... sólo por un momento, por un momento que pareció una eternidad y que bastó para una vida.

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